Después del Covid-19: la pandemia que le cambió la cara al turismo

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TURISMO

Uno de los sectores más golpeados por la actual crisis, el turismo, se enfrenta al reto de una reapertura en medio del temor a un rebrote, pero también al agotamiento generado por el confinamiento.


Según la Organización Mundial de Turismo (OMT) de la ONU, el turismo en el 2020 se reducirá entre un 60 y un 80%, poniendo en peligro entre 100 y 120 millones de empleos. Se trata del peor resultado desde 1950 y el fin de un crecimiento sostenido desde el 2009. “Desafíos considerables persisten, empezando por la desconocida duración de la pandemia y de las restricciones de viajes, en un contexto de recesión económica global”, advierte el organismo.

A pesar de que muchos destinos ya están comenzando a abrirse a los turistas, especialmente en Europa, la incertidumbre es grande. ¿Qué tan preparados están los establecimientos y operadores turísticos para garantizar la bioseguridad? ¿Será más fuerte el temor a contagiarse o las ganas de viajar? Y en el caso de quienes estén dispuestos, ¿tendrán los recursos suficientes para asumir el gasto?

Una encuesta realizada en España por Travel Advisors Guild a mediados de mayo muestra que casi un 60% de los encuestados estaba dispuesto a viajar en el corto plazo (de inmediato, a partir de agosto o de octubre) a nivel nacional. En el caso de los viajes internacionales, hay mucha más reticencia. El sondeo también muestra que prevalece el deseo de visitar destinos de playa o de naturaleza por sobre la estancia en ciudades o el recorrido de circuitos culturales.

Quienes viven del turismo en ciudades muy visitadas saben que la pandemia juega en su contra. Es el caso de los tenderos del Gran Bazar de Turquía, por donde antes del coronavirus paseaban cerca de 200.000 visitantes al día. Luego de dos meses y medio de cierre, el nerviosismo se percibió en la reapertura de este lugar, antes parada obligada para los turistas en Estambul.

Esa misma semana, también volvía a recibir turistas Las Vegas, en Estados Unidos. Mientras la afluencia de jugadores en los casinos fue buena, la Freemont Street Experience, un pasaje comercial usualmente frecuentado por visitantes, permanecía vacía. Un comerciante de la zona le dijo al diario USA Today que no abriría su local, pues no podía darse el lujo de perder más dinero.


Entre el optimismo y el temor, el sector turístico busca adaptarse a lo que muchos llaman "la nueva normalidad". Consultamos con expertos del sector para conocer algunas de las transformaciones que ya se están contemplando o implementando. Algunas, seguramente, perderán vigencia cuando esté disponible la vacuna contra el Covid-19, mientras que otras, aseguran, han llegado para quedarse.

Transporte aéreo: un despertar incierto

Una de las grandes preocupaciones, tanto para turistas como operadores, es la bioseguridad en medios masivos de transporte, tanto aéreos como terrestres. Juan Carlos Martínez Lázaro, profesor del IE Business School, en Madrid, señala que sí hay gente dispuesta a viajar en el verano, pero considera que los viajes largos se reducirán y primará un turismo de proximidad. “También cambiará la forma de alojarse: menos en hoteles y campings y más en apartamentos o segundas residencias. Y se usará más el vehículo propio que medios de transporte como el tren, autobús o avión”.

A medida que se levantan las restricciones en los distintos países, los aviones se preparan para alzar vuelo. En Estados Unidos, Southwest Airlines informó que en junio las reservas han vuelto a superar las cancelaciones y United Airlines planea reanudar algunos vuelos internacionales en julio.

En Europa, EasyJet reactivará vuelos en el Reino Unido y Francia a mediados de junio; aunque aumentará las medidas sanitarias, no dejará libre la silla de la mitad, pues señala que no es sostenible financieramente. En Asia, la tripulación de Korean Air utiliza desde el 21 de abril un traje protector y gafas, además del tapabocas y guantes. En India, durante la primera semana de reapertura de vuelos domésticos, los vuelos llegaron al 70% de capacidad, muy por encima del 25% esperado.


Espacio y desinfección en los hoteles

De acuerdo con información recogida por el Foro Económico Mundial, los hoteles en diferentes partes del mundo se preparan para cumplir con las normas de bioseguridad. En algunos casos han planeado la ampliación de los espacios comunes y el reemplazo de materiales por otros de fácil limpieza. Otros han reducido el número de mesas en el restaurante para que haya más espacio entre los comensales.

La cadena hotelera Marriott Internacional, por ejemplo, conformó un Consejo de Higiene, para recibir asesoría sobre buenas prácticas en limpieza y desinfección. Entre las medidas a implementar se encuentra el uso de pulverizadores electrostáticos con desinfectante de grado hospitalario para superficies.

Como señaló Ricard Santomà, decano de la Facultad de Turismo y Dirección Hotelera de la Universidad Ramón Llull, en Barcelona, una de las cosas que tendrá que reinventarse es el buffet del desayuno, en el que confluyen muchos clientes en un tiempo muy corto. Una de las alternativas que plantea es el servicio a la habitación para el desayuno, lo que implicará un aumento de personal y, por ende, una mayor inversión. 


Según le dijo a El Universal Darío Flota, director del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo, en México, los huéspedes de los hoteles tendrán que acostumbrarse a cambios que incluyen la toma de temperatura, el uso de aplicaciones para atender al cliente respetando la distancia y la eliminación de algunos objetos en las habitaciones, así como de mobiliario en playas y piscinas, entre otras medidas.

Una política de cancelación más flexible

Según Santomà, uno de los grandes retos del sector es modificar la política de cancelaciones, “porque el cliente cuando viaje se quiere sentir seguro de que si hay un rebrote, alguna dificultad, le devuelvan su dinero”. De acuerdo con la encuesta de Travel Advisors Guild, este es el segundo factor más importante a la hora de escoger un hotel, después de la política sanitaria y de protección contra el Covid-19.


La tecnología como forma de evitar el contacto

Como explica Santomà, automatizar procesos que antes se tenían que hacer manuales puede ayudar a evitar el contacto entre las personas, clave para reactivar las actividades turísticas de forma segura. Uno de los cambios que se están dando en ese sentido es el menú de los restaurantes: “la mayoría de restaurantes han tenido que adaptar sus cartas a un formato digital y con códigos QR, y esta es una innovación que ha venido para quedarse”.

Algo similar sucede con la tarjeta de crédito, afirma el académico. Su uso ya estaba extendido antes del coronavirus, pero las medidas de protección han potencializado y generalizado mucho más su utilización. 


Una oportunidad de salvar empleos 

y retribuir a la naturaleza


“La sostenibilidad no debe ser ya un nicho del turismo, sino que debe ser la nueva norma en todos y cada uno de los segmentos del sector (…) Está en nuestras manos transformar el turismo y que la superación de la pandemia se convierta en un punto de inflexión para la sostenibilidad”, señaló Zurab Pololikashvili, secretario general de la OMT.

La llegada del Covid-19 forzó al turismo depredador a detenerse abruptamente. Ahora, representantes de organizaciones internacionales, gobiernos y empresas privadas buscan que la reactivación traiga consigo otro tipo de turismo. “Creemos que la acción climática es un compromiso colectivo con la sostenibilidad de todo el sector de viajes y de este mundo que tanto nos gusta explorar”, le dijo a la OMT James Thornton, CEO de Intrepid Travel.

Para Sandra Vilardy, profesora de la Universidad de los Andes y directora de ‘Parques Nacionales: ¿cómo vamos?’ en Colombia, la implementación de un turismo más responsable puede ir de la mano de la preservación de empleo en la crisis actual. Considera que, a través de alianzas público privadas, se pueden lograr acuerdos para migrar temporalmente empleos del sector turístico a, por ejemplo, “procesos de restauración ecológica, que es un activo fundamental del turismo. El turismo nunca le devuelve nada a la naturaleza”.

En un país donde los destinos turísticos son principalmente de playa y naturaleza, la labor de restauración y reforestación está siempre está ligada a las compensaciones por pérdida de diversidad de las grandes empresas mineras o energéticas o las actividades de siembra voluntaria. Y no es suficiente, asegura Vilardy.

Con altos niveles de informalidad laboral y bajo cumplimiento de metas para la adaptación al cambio climático, la migración transitoria de empleos del turismo puede ser, además, una forma de transformar este sector. También, como explica Vilardy, implementar procesos en los que la gente recibe un pago por capacitarse: “este es un tiempo muy importante para hacer esta transición a la formalidad y generar capacidades de ser buenos anfitriones en el turismo”.

Según Santomà, actualmente hay un gran llamado a reflexionar sobre cómo se ha hecho el turismo hasta ahora: “qué cosas deberíamos dejar de hacer porque perjudicaban al medio ambiente, a los destinos turísticos, a las personas, y qué cosas queremos potenciar”. Queda por verse si el propósito del turismo responsable se convierte en acción, o si los operadores turísticos se lanzan a la caza del turista para recuperar los meses perdidos.


Fuente: www.france24.com